Es cierto que Río es conocida por su reputación fiestera y por sus hermosas playas, pero también es reconocido por el Cristo Redentor, uno de los monumentos más emblemáticos del mundo, un punto focal de la industria turística de la ciudad.
Cristo Redentor
Setenta años antes de la construcción del Cristo Redentor, fué un sacerdote católico, Pedro Maria Boss, quien pidió que la princesa Isabel, la princesa imperial de Brasil, financiara un gran monumento religioso en la cima del Corcovado. La idea fue rechazada y Brasil ordenó la separación de la Iglesia y el Estado en 1889.
No fue hasta que la idea fue lanzada por segunda vez en 1921 para que se iniciara la construcción del Cristo Redentor. El Círculo Católico de Río celebró un evento llamado Semana Monumento para obtener el apoyo y las donaciones para la idea. Fue durante este tiempo que el Cristo Redentor se convertiría en la estatua elegida y no mucho tiempo hasta que el ingeniero Heitor da Silva Costa crearía el diseño final.
La construcción duró nueve años y la estatua fue construida en hormigón armado y piedra para las capas externas. Los 250.000 dólares que costó crear la estatua entre 1922 y 1931 es el equivalente a US $ 3,2 millones en 2012.
Una maravilla moderna del mundo
Hoy el Cristo Redentor es uno de los lugares más impresionantes de Río de Janeiro y un icono para la ciudad y para el propio Brasil. Si se dirige a América del Sur, este es uno de los destinos de visita obligada en el continente.Echa un vistazo al Cristo de Río de Janeiro, visitalo durante el Carnaval de Río y disfruta de uno de los mayores destinos de playa y fiesta en el mundo. Lleno de cultura, diversión y mucha emoción.
